jueves, 9 de octubre de 2008

Con el dolor de la mortal herida

Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba,
y por ver si la muerte se llegaba
procuraba que fuese más crecida.

Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a una vida.

Y cuando, al golpe de uno y otro tiro
rendido el corazón, daba penoso
señas de dar el último suspiro,

No sé con qué destino prodigioso
volví a mi acuerdo y dije: qué me admiro?
Quién en amor ha sido más dichoso?

Poema de Sor Juana Inés de la Cruz

¿Cómo se cura una herida?-Jaci Velasquez

Un engaño puede causar una herida
muy profunda,
pero la vida continua,
perdonar, siempre será la mejor salida.