lunes, 10 de agosto de 2009

Universo


Contemplar el cielo estrellado,
desde la frágil tierra
que recibe mi frágil humanidad.

Recordar que la distancia
puede ser eterna,
como la lejanía
de la brillante estrella.

Sentir que somos parte
del infinito universo,
respirar la inmanencia de Aquél
que del polvo nos formó.

Tiritar de emoción
o de frío
para mostrar solo una cosa:
Que estamos vivos.