Desperté de madrugada,
el frío congelaba mis deseos de salir,
pero la alegría de pensar
que te volvería a ver
me energizó de tal manera
que tuve ganas, fuerzas
y decidí salir pese al frío,
a la lluvia y a la soledad del camino.
Solo me decía, hoy después
de tanto tiempo, le volveré a ver.
Eso fue suficiente,
estoy caminando hacia tí ...
otra vez, espérame.
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