sábado, 22 de marzo de 2008

Tercer Escrito

Llueve

Llueve, y esta cortina serena
evoca mil sueños sobre tu pecho ... y yo,
llueve, y la alegría se va volviendo pena,
porque también el alma se moja ... y tú.

Llueve y en mis ojos tengo ganas
de llover como llueve el alma
en tu ausencia tan presente ... y yo.

Llueve y el amor de las aves,
las caricias de sus plumas,
me despiertan las ganas
de llorar en tu ausencia
tan presente ... y yo.

Llueve y se aman los peces,
se aman bajo la lluvia las serpientes,
y tu ausencia se hace intensa
como el roce de la sangre
sobre cada una de mis venas.

Llueve y me perturba tu ausencia
tu timidez taciturna
bajo la luz de la luna.

Y me pregunto ¿por qué
la pasión por tí no me toma?
¿por qué sólo tú has de amarme?,
¿qué hacer para corresponder
a tu amor fiel, leal y constante?

Llueve, y yo solo puedo desearte
miles de venturas
y el corazón se me parte,
porque tal vez, me digo,
no vuelva en la vida a encontrar
un amor tan completo y tan constante.

Y con el tiempo, tal vez solo la lluvia
pueda hacer que te vuelva a recordar
cualquier tarde, cualquier noche nublada
y junto al cielo llore por tu amor
taciturno, tan completo y constante.

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