sábado, 27 de diciembre de 2008

QUERIDOS AMIGOS LES DESEO UN AÑO 2009 MUY BENDECIDO

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Nunca te rindas, a pesar de los obstáculos sigue adelante, que se tiemple tu carácter hasta que logres ser pulido como el oro pero mantengas un corazón blando que te permita amar, no importa que no hayas sido correspondido, créelo quien da amor tarde o temprano lo recibirá. Que en el 2009 no te falte una sonrisa cada día.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Depende como leas estos versos ... interesante, ingenioso

NO TE AMO MÁS
Mentiría diciendo que
todavía te quiero
como siempre te quise
Tengo la certeza que
nada fue en vano.

Siento dentro de mí que
tú no significas nada.
No podría decir jamás que
alimento un gran amor.

Siento cada vez más que
Ya te olvidé!
Y jamás usaré la frase
YO TE AMO!
Lo siento pero debo decir la verdad.
Es muy tarde…
--------------------------------------------------------------
¡¡Ahora lean de abajo hacia arriba!!

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿Quién anda ahí?


Solo yo y la mirada perdida en el punto
donde se supone que nace la Antártida,
solo estoy escribiendo, dejando
que brote de mis mares salados
un poco de verso que abraza mi alma.
que resbala cual hoja de algas verdes,
por la arena de mis confusiones,
de mis deseos frugales, pasajeros,
de mi profunda lealtad por quien
llenará mis más caros anhelos,

Solo yo, prometiéndome
una y mil veces
que no le he de fallar,
que le esperaré,
aunque mis fuerzas falten,
aunque ilusiones blancas
por momentos nublen
mi perpetua mirada.

Solo yo y unos seres fantasmas
que se pierden en el blanco horizonte
de mi expectante mirada,
mientras pienso si más allá
de este espacio incoloro
en el tiempo infinito
los frutos de todos los veranos idos
harán un puente que al fin
podremos cruzar.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Canto della terra (Andrea Bocelli)

Guarda nuestra tierra Dios. La tierra en la que nacen nuestros sueños y en la que luchamos por hacerlos realidad, la tierra en la que nacimos y nos haremos viejos hasta volver a Tí.

viernes, 7 de noviembre de 2008

El Amor de mi Vida (Pablo Milanés y la inolvidable nueva trova)

Te negaré tres veces
antes de que llegue el alba
Me fundiré en la noche
donde me aguarda la nada.
Me perderé en la angustia
de buscarme y no encontrarme
te encontraré en la luz
que se me esconde tras el alma.
Desangraré caminos,
sin salidas como muros.
Recorreré los cuerpos,
desolados sin futuro.
Destruiré los mitos,
que he formado uno a uno,
y pensaré en tu amor,
este amor nuestro vivo y puro.
Te veo sonreir,
sin lamentarte de una herida.
Cuando me vi partir,
pensé que no tendrías vida.
Que gloria te tocó,
que ángel de amor,
que has renacido.
Qué milagro se dio,
cuando el amor volvió a tu nido
¿Qué puedo hacer?
Quiero saber,
que me atormenta en mi interior.
Si es el dolor,
que empieza a ser,
miedo a perder lo que se amó.
Te veo sonreir,
sin lamentarte de una herida.
Cuando me vi partir,
pensé que no tendrías vida.
¿Que gloria te tocó,
que ángel de amor,
que has renacido.
Qué milagro se dio,
cuando el amor volvió a tu nido
Qué puedo hacer?
Quiero saber,
que me atormenta en mi interior.
Si es el dolor,
que empieza a ser,
miedo a perder lo que se amó.
¿Será que eres el amor de mi vida...?

sábado, 1 de noviembre de 2008

El progreso del peregrino-2 (John Bunyan)

El progreso del peregrino (en inglés, The Pilgrim's Progress) es una novela alegórica escrita por John Bunyan, originalmente publicada en inglés en 1678. Es considerada una de las obras clásicas literarias, habiendo sido traducida a más de cien idiomas. Consta de dos partes—la primera fue publicada en 1678 y expandida en 1679, y la segunda fue publicada en 1684. El protagonista se llama Christiano, y la mayoría de los personajes son llamados por su característica más evidente. Relata el viaje de Christiano por la vida, buscando su salvación.

Todo comienza en un lugar llamado Ciudad de destrucción, Cristiano encuentra un libro y al estar interesado en su lectura pronto halla su condición de perdido. Se enfrenta a un dilema, pues no quiere morir por el hecho de pensar que el infierno sería el lugar a donde debería dirigirse. Un hombre llamado Evangelista es el que le ayuda a encontrar el camino hacia la salvación.

Cristiano se halla perdido entre diversas opiniones (como muchas veces nos sucede) pero escucha a este hombre, después de mancharse en el pantano de desconfianza; luego, se topa con un hombre que le hace desviarse de su camino.

Siente que ha fallado y que no debe de seguir así; Evangelista lo encuentra y le hace ver su error; llega con él a la puerta donde Buena Voluntad le hace entrar y le conduce al hogar del Intérprete.

Allí, le enseñan cosas indispensables y el camino hacia la cruz. Es en la cruz en donde la carga inicial que tenía el protagonista se le cae, y se le otorga el derecho a la Ciudad Celestial.
Al cruzar el collado de dificultades, llega a un lugar donde los leones atemorizan a este hombre; el portero le dice que no tenga temor de ellos, que están ahí para probar la fe de los peregrinos. Una vez dentro, se encuentra con unas doncellas que le interrogan y le hacen un examen.

Es en ese lugar en donde Cristiano se prepara con una armadura especial para la parte más importante de este libro, la pelea con el mismo diablo "apolion". Es interesante ver la forma como Bunyan describe esta lucha y como Cristiano sale librado de ésta.

Al atravesar el valle de sombra de muerte, ve a lo lejos a alguien cuyo nombre es Fiel. Llegan a un paraje llamado Feria de Vanidad en el cual los habitantes encarcelan a estos peregrinos por no haber comprado nada proveniente de ese lugar.

Cristiano sale del cepo, pero Fiel es llevado a la hoguera. Luego, conoce a alguien llamado Esperanza. Juntos, caminan hasta llegar a un sitio llamado Campo de la Vereda.

La negligencia les condujo cerca del Castillo de las Dudas y son llevados al calabozo por un gigante llamado Desesperación. Escapan de ahí empleando la llave de las promesas.

Arriban pronto a la tierra de Beulah, y más adelante llegan hacia su destino final: la Ciudad Celestial. Este es un extracto en video de la obra que ha ayudado a miles a entender el camino de retorno hacia Dios.

jueves, 9 de octubre de 2008

Con el dolor de la mortal herida

Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba,
y por ver si la muerte se llegaba
procuraba que fuese más crecida.

Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a una vida.

Y cuando, al golpe de uno y otro tiro
rendido el corazón, daba penoso
señas de dar el último suspiro,

No sé con qué destino prodigioso
volví a mi acuerdo y dije: qué me admiro?
Quién en amor ha sido más dichoso?

Poema de Sor Juana Inés de la Cruz

¿Cómo se cura una herida?-Jaci Velasquez

Un engaño puede causar una herida
muy profunda,
pero la vida continua,
perdonar, siempre será la mejor salida.

domingo, 28 de septiembre de 2008

El recuerdo de un adiós


Cruzaba el puente o la vía del tren
no lo recuerdo ... ahora no importa
lo que sí recuerdo es que entre mis dedos
sostenía una nota por tu mano escrita
en la cual me decías con cierto desdén:
"No es que quiera, pero me debo ir"
y recuerdo haberme inquietado tanto
que un pesado dolor me oprimió
y aunque quise llorar no pude,
no entiendo qué me sucedió.

Tal vez en el fondo deseaba
que esta hora ocurriera al fin
tal vez, nunca tuve el valor
de decir que es mejor así,
que estés lejos como esa estrella
que alguna vez contemplamos los dos,
si, que es mejor decirnos ... adiós.

sábado, 27 de septiembre de 2008

jueves, 11 de septiembre de 2008

Tarde o temprano



Tarde o temprano, lo prometo
escribiré ese libro concebido.

Tarde o temprano, lo prometo
haré surcos con mis manos,
sembraré las pequeñas semillas
para cosechar sus grandes frutos
y recuperar de la tierra fértil
la savia dulce que al dulce nutre.

Tarde o temprano podré sentir
la fuerza del amor que al amado
sin llamar atrae y aproxima
al secreto lugar del corazón.

viernes, 22 de agosto de 2008

viernes, 15 de agosto de 2008

Supe que me amabas--Marcela Gandara

Tú me amas... lo entendí, y qué bueno es saberlo, nada se compara a tu amor, Tú eres Fiel, Tu Palabra es Verdad, aunque otros te nieguen yo creo en Tí.

Las cuatro estaciones

Verano, primavera, otoño e invierno, aunque pase el tiempo vivirás en mis recuerdos ...

Chopin Nocturne

Te siento, te veo, te respiro
y al abrir los ojos
me doy cuenta
que solo es un sueño,
y no sé si es bueno
que se haga realidad.

viernes, 1 de agosto de 2008

Pensamientos


Vuelan mis pensamientos cual traviesas mariposas
vuelan sobre el viento y las fragantes rosas,
te alcanzan, te envuelven, te besan, te dejan …

Vuelan mis pensamientos cual tonos musicales,
vuelan melodiosos, marcando el compás
de latidos armoniosos que solo tú escucharás,
te alcanzan, te envuelven, te besan, te dejan …

Cuando ellos regresen, te volveré a pensar
cada vez menos, porque cada vez se tardarán más
hasta que un día, muy pronto, no retornen jamás.

martes, 29 de julio de 2008

Las rosas rojas



Las venas de mis sienes corren, saltan,
es fuerte esta sensación que aún me toca
zafarme quiero, más no puedo
sus garfios han tomado mi piel, mi boca,
sé que hasta que no acepte que he fallado
retumbarán hasta volverme loca …

Esta bien, lo admito … no entendí …
pero ¿qué puede ya importar?
si tanto tiempo ha sepultado
aquellas horas de jazmín
y de brisa invernal.

Aceptar, si, pero ¿de qué valdría?
si a su tiempo, las flores rojas
que me diste no entendía …
porque mi lenguaje es directo …
no sabe adivinar,
mi lenguaje para algunas cosas
es de sí o de no.

Yo acepté las rosas rojas,
sin entender que el corazón me dabas.

Las guardé y hace poco,
sus pétalos secos he mirado,
su olor se ha disipado,
su color aún mantienen,
pero, esta vez a pesar del tiempo
han hablado …
y han dicho algo que jamás quise oir.

martes, 1 de julio de 2008

Tus ojos ... tu mirada

Tus ojos ... profundos, llenos,
llenos de tanto, llenos de todo,
tus ojos de mirada limpia, tierna,
que me envuelven y perfuman a la vez,
sabes mirar mi alma sin dejarte sentir,
sabes tocarme sin las manos,
dejarme pura al mirarme,
guardarme con tus pestañas palpitantes,
no cambies nunca tu mirada suave,
por favor ... nunca dejes de mirarme.

miércoles, 11 de junio de 2008

In memoriam



Recuerdo los días largos
de cada invierno frío,
cuando en tus fuertes brazos
tú me brindabas abrigo.

Recuerdo las tardes tibias
de los otoños vividos
cuando al mirarme decías:
“Que linda que es mi niña”

Y cuando un día, de pronto,
brotó de ti un gran consejo
que todo el tiempo ido
ha sido guía en mi sino:
“Hija, cuando quieras cobijo
busca entre todos los árboles
y mira bien si la copa
es suficiente y es amplia”.

Siempre lo hago así,
y a través de los años entendí
que esa “copa” tiene
formas diversas:
experiencia, bondad,
libertad, honestidad,
que es de espíritus enseñables,
de quien está dispuesto
a enmendarse y a no vivir
continuamente equivocado.

Por eso, te amo padre
porque además
de llevar tu sangre,
llevo tus huellas grabadas
en mis actos más notables,
que espero sean muchos
para honrar tu memoria.

sábado, 17 de mayo de 2008

La calle, la gente

Hay veces
que me importan totalmente
esos nombres
arrugados de las frentes,
esos labios, mustios, claros,
esos dientes grises, raros.

Las mujeres que caminan
balbuceándole al amor
siempre yendo al mismo sitio
a perder toda pureza.
buscando tal vez vergüenza,
negándole al vientre un hijo
gimiendo su suerte cruel...

Hoy me importan como nunca,
las caritas lastimadas
que me miran hasta el hueso,
hoy, sus canciones
me colman
y me abaten
por el peso ...

Hoy siento que es necesaria
la muerte
y tanto la espero
que quiero tocar sus manos
huir,
llevando el velo
de lacras, escoria, cieno
del patán y el aventurero.

Hay veces que la verdad
suena como un taladro
en el umbral del cerebro
que grita el hambre,
que el frío
de las noches de invierno
endurece hasta el consuelo.

Hoy que me importa tanto
el sufrimiento callejero
las ansias me crecen pronto
como uñas en los dedos.
Pienso llenarlos de besos,
pero ... han volado mis sesos.
Pienso gritarles:¡los quiero!
pero se amansan mis bríos,
pienso estrecharles muy fuerte
pero han saltado mis nudos.

Nadie comprende al que ama,
nadie sonríe si llora ...
sigue la vida en las calles;
en las frentes las arrugas
nacen ... yacen ...

Siguen las calles-burdeles,
los niños casi sin padres,
los hombres casi cobardes,
el hambre que arde y arde.
los taladros del cerebro,
la rutina del “ya sé”,
aún mis versos que torturan.

Sigue la inercia que mata,
la gente, toda, en la lata.

Río



Río, limpio, fuerte,
río,
que lo entregas todo
río,
que te llevas todo
río,
que arrastras lo débil
río
que dejas lo fuerte,
río
que raudo te pierdes
río
como los suspiros
de un tiempo tan breve.

La Copa Rota



Hay más, mucho más en mi copa rota,
hay sangre de mis manos crispadas,
hay frío, desnudez, hay miserias
que han sorbido mis labios ...
hay mundo.

En el fondo de esa copa rota,
los gritos de madres
de entrañas saqueadas
remecieron
mis nervios fallidos,
el aliento de intestinos vacíos
me asfixió,
perdí el equilibrio
y se quebró
entre mis dedos dormidos
esa copa que bebí,
del mundo.

He probado del sabor salado
de las llagas del negro y del rubio
se han llenado mis horas de luto,
de tristeza, tedio y amargura
por el alto precio de esta vida dura.

Al mirar mi copa ... vacía,
he sentido el cielo profundo
y un rayo débil de esperanza
me alumbró
y disipó mis lutos.

Sonreí entonces,
al saber mis manos
sin heridas sangrantes,
sonreí entonces,
al sentir el aroma suave
de un niño que nace
con su blanca ternura
en el mundo.

Azul

Cielo, rojo al amanecer
verde, cuando la noche empieza
gris, como mi tristeza
y al fin ... azul
cuando te siento volver.

Serenade Schubert

miércoles, 23 de abril de 2008

Búscame

Cuando en las noches estrelladas y frías
la nostalgia te invada y te confunda
búscame,
Cuando tengas tal tristeza en la mirada
que se torne titubeante y te hunda
búscame.
Un día te dije que decidí amarte,
que aunque el tiempo
y la distancia nos separen
me mantendría como la montaña
en su lugar,
firme, sin fluctuar.
Y ha pasado el tiempo
mucho tiempo,
la distancia se hizo amplia
entre nosotros,
y aquí sigo … esperándote
diciéndote como antes
Búscame …

martes, 22 de abril de 2008

Me gustaría ...

Me gustaría conquistar contigo
todos los caminos,
sin cansarnos, amando al que viene
extrañando al que se va,
me gustaría fundar un país contigo
y llamar a nuestra tierra: “Amistad”
me gustaría anunciar que estás conmigo
y que es cierto, que el cordón
de tres dobleces no se rompe fácilmente.
Me gustaría hacer un pacto eterno contigo
un pacto de absoluta lealtad
y que sean nuestros testigos
los árboles del profundo bosque,
las aves, las ranas, la luna
y por supuesto … Dios.

Me gustaría hacer con nuestros pies
todos los caminos,
poblar las islas desnudas de gente,
tomar tu intimidad lentamente
y saber que al día siguiente
estarás ahí, y podré verte.

lunes, 21 de abril de 2008

TIERRA, PRONTO VOLVERÁS A SONREIR



¿Y donde te perdiste tierra madre,
roja de sangre?
¿Hasta donde pudiste llegar,
ebria de vino de hierro?
¿Hasta donde pudiste caminar
con tanto peso de huesos,
de huesos secos y frescos
con algo de humanidad?
Oye tierra, el día
de tu redención vendrá,
espera un poco más,
cómo me siento impotente,
cómo me aflige no poderte consolar.
Tierra vieja, llena de arrugas de barro,
de grietas de plomo,
que duro habrá sido para ti
oír a quien te ordenó
(pues estabas desordenada)
oír a quien te llenó
(pues estabas vacía también)
oírle decir:
“Maldita será la tierra por tu causa”
Si, por causa nuestra,
por causa del que debía darte alegrías
al llenarte de sus hijos, de sus risas,
pero te llenó de sangre,
de cardos y de espinos
de tamos que el viento
arrebata con furia
arañando tu sufrida soledad.
Tierra, te amo,
porque Él te hizo para mí,
te hizo en forma de un jardín,
aunque ahora por muchas partes
tienes forma de sepulcro abierto,
y estás lista para llenar tu vientre
como una forma de revancha
con la raza que te vió parir.
Pero pronto será tu fiesta,
tu fiesta que no tendrá fin,
y aquellos lugares
que aún conservas puros
se multiplicarán por mil,
y te acompañarán en un canto eterno
junto a la Voz
que te volverá
a ordenar y a llenar
quitando tus espinos,
llenándote de árboles,
circundándote de ríos,
y pondrá en tu mejor rincón
el árbol de la Vida,
del cual me serviré
y volverás a sonreir.

EL RECUERDO

Tu voz ondeaba por los aires
de manera permanente,
y tu Recuerdo con olor a vino viejo
se asomaba sin pensarlo
en el mejor o peor momento.
Ya era tarde, el río color suelo
humedecía cada una de mis dudas,
y eran tantas, que sin esperarlo
decidí ponerle fin a esta historia.
Se iría, sí, el Recuerdo se iría
lo había decidido,
no quería verle más
dando vueltas a mi lado,
conversando sin palabras,
sonriéndome en secreto
estorbando mis vigilias.
Así que, lo miré fijamente,
con esa mirada en la que se fusionan
el dolor y la determinación,
y antes que pronunciase palabra alguna
suplicante el Recuerdo me decía:
“No me eches, no… deja que viva
prometo no estorbarte, me quedaré quieto
estaré en silencio, lo prometo”.
Pero como a veces me pasa,
una ráfaga de valor inusitado,
me invadió y con toda la voz que pude dije:
“Vete, ya vete, déjame en paz,
la vida me llama, el amor me espera
sal de aquí, para siempre vete
ahora mismo, no quiero verte, vete!”
Tan decidida sonaba mi voz que
el Recuerdo avergonzado, huyó
y desde entonces hay un Vació
que tiene tu forma
y un espacio que con nada pude llenar.

sábado, 22 de marzo de 2008

Primer Escrito

TOCAR EL ROJO
Quisiera tocar el rojo
del color de las manzanas;
tocar el rojo
de la sangre de tus venas,
de tus labios, de tus penas,
del color de tus rubores,
de tus iras, de tu encanto,
el rojo de las ciruelas,
el rojo de nuestras guerras,
del peligro que acosa.
Quisiera tocar el rojo
del amor que todos tienen,
tal vez rojo del pecado,
o el rojo del acusado.
Pero me detengo pronto,
porque el rojo es para verlo,
el rojo del fuego quema,
el rojo dice:
"Detente, no me provoques,
no toques".

Segundo Escrito


Siempre

¿Será posible que esta tarde de nubes,
luz rojiza y atardecer otoñal,
tu recuerdo me abandone
y me deje pensar?

¿Será posible amor que me des tregua y te apartes,
que me dejes escribir del amor que aún te tengo
y dejes de susurrarme cosas que hoy no quiero,
ni deseo escuchar?

Caminé por la ciudad procurando distraerme,
me perdí entre la gente,
tanto hablé para dejar de pensarte
que la voz ya no me sale.

Paré un rato y sin darme cuenta
me vi sentada en aquél lugar
donde por largas horas hablamos
de tantas y tantas cosas.

Ay, cómo me dolió entonces tu ausencia
cómo anhelé que estés presente
así, entre el vaivén de la gente
hasta me pareció verte.

Percibí tu aroma a roble,
aroma de hombre amado y mío,
me senté y frente a mí
solo estabas tú, mirándome como antes,
reclamando no sé qué,
eso ahora ya no importa.

Solo importa que me rindo
y por hoy, lo admito
estás aquí, estás presente,
estás y eres ... siempre tú.

Tercer Escrito

Llueve

Llueve, y esta cortina serena
evoca mil sueños sobre tu pecho ... y yo,
llueve, y la alegría se va volviendo pena,
porque también el alma se moja ... y tú.

Llueve y en mis ojos tengo ganas
de llover como llueve el alma
en tu ausencia tan presente ... y yo.

Llueve y el amor de las aves,
las caricias de sus plumas,
me despiertan las ganas
de llorar en tu ausencia
tan presente ... y yo.

Llueve y se aman los peces,
se aman bajo la lluvia las serpientes,
y tu ausencia se hace intensa
como el roce de la sangre
sobre cada una de mis venas.

Llueve y me perturba tu ausencia
tu timidez taciturna
bajo la luz de la luna.

Y me pregunto ¿por qué
la pasión por tí no me toma?
¿por qué sólo tú has de amarme?,
¿qué hacer para corresponder
a tu amor fiel, leal y constante?

Llueve, y yo solo puedo desearte
miles de venturas
y el corazón se me parte,
porque tal vez, me digo,
no vuelva en la vida a encontrar
un amor tan completo y tan constante.

Y con el tiempo, tal vez solo la lluvia
pueda hacer que te vuelva a recordar
cualquier tarde, cualquier noche nublada
y junto al cielo llore por tu amor
taciturno, tan completo y constante.

Cuarto Escrito

Mayo

Siempre en mayo me suceden cosas,
blancas, negras o de color rosa.
Siempre en mayo me pongo de pie
y le digo a la vida: aquí estoy, otra vez.

En mayo, mi corazón se partió
en sangre que sangró
toda una tarde
que el padre para siempre se fue.

En mayo, por primera vez
supe que el amor era dulce
y amargo a la vez.

En mayo, por segunda y tercera vez
el amor volvió a ser dulce
y amargo a la vez.

¿Qué tendrá mayo
que me toma por asalto
cuando más guardado
tengo el corazón?

Y lo deja sangrando
toda una tarde
para todo el año
hasta el otro mayo
en que sangrará otra vez.

Quinto Escrito

Solo Gris

Ese color gris, permanente
entre tú y yo,
ese color opaca mi pensar
impide verte,
conocerte de verdad.

Ese color gris me exaspera
porque el misterio no me va,
ese color se entromete
entre tu verdad y mi ansiedad
me confunde,
y me absorbe
en el ocaso estival.

Me pregunto si algún día
cercano o lejano
ese gris se tornará humo
o me dejará verte,
conocerte,
enfrentarte,
saber a quién estoy amando
porque amar así ... en gris
no me va.

Amar así, en gris
sin verte,
es como un viento envolvente
que me hace girar,
me marea, me acongoja
y no me deja pensar.
Amarte en gris será breve
porque el gris me adormece,
y cuando uno se duerme
el amor poco a poco ... se muere.

Sexto Escrito

Vuélvete a mí

No me dejes pasar por el río
sin llevarme de Tu mano,
no me dejes cruzar el puente
sin asirme de Tu manto,
no me dejes mirar la noche,
sin Tu luz, sin Tu mente.
Llena todos mis espacios,
cubre todos mis rincones,
ordena mis ilusiones,
espanta mis temores,
escoge a mis amores,
hazme amar al que Tú elijas,
no dejes que me confunda,
no dejes que me deslumbre,
solo háblame, te escucho...
Líbrame de mí misma,
sonríeme, mírame, vuélvete a mí...
sólo Tú me haces feliz.

Sétimo Escrito

Te Ofrezco
Te ofrezco a toda hora,
mi mano franca y sincera,
no es ilusión pasajera
es realidad que pretende
borrar tu pasado- presente.

Te ofrezco, mi silencio y mis palabras
antes que digas: “espera”,
yo te ofrezco esperar,
a que se calme tu mar
furibundo, espumoso,
lleno de algas marrones,
de pesadillas insomnes
y de agitadas historias.
Te ofrezco, aunque no quieras,
una sonrisa y mi paz,
que haga renacer tu confianza,
y puedas volver a creer
que el amor puede ser eterno,
durar toda esta vida
y la que que viene después.

Octavo Escrito


Preguntas


¿Qué es el amor?, preguntaste un día

y yo traté de responder sin demora,

amar es entregar el corazón,

es darlo todo, sin medida ...

No, no quiero saber qué es amar

quiero saber qué es el amor,

si yo sé qué es el amor

sabré qué es amar,

solo dime: ¿Qué es el amor?


Si amas, dices la verdad

por dura que parezca

si amas, extrañarás ...

No, no, no, no quiero saber

qué haces si amas

quiero saber qué es el amor

¿es tán difícil responder?


El amor ... sí ... ¿qué es el amor?

dejaré hablar al corazón,

él sabe qué es el amor ...


El amor es mirarme

en tus ojos color de miel

y descubrir la profundidad

de tu alma sin que digas una palabra,

el amor es desear

que el tiempo a tu lado sea eterno,

es saber que estás bien,

que no te falta nada,

es contemplar en silencio,

a tu lado,

las aves que en bandada

surcan el espacio infinito.


Es estar juntos

bajo esta enorme placenta,

amor es entenderte,

hacer corta la distancia,

es verte, sin verte

porque estás siempre presente,

amor es dejarte ir,

dejarte venir,

saberte libre y sonreir.


Amor es cada minuto por tí

es madrugar para ganar el pan,

es respirar para vivir,

todo por tí ...

Al fin respondiste,

"creo que entendí,

amor: eres tú"

y yo fuí feliz.




Lázaro y su Aurora

Mira cómo Aurora, una perrita sin raza, le lame las heridas
a un hombre al que llamaremos Lázaro;
a su lado todo es fiesta, ella ignora su dolor
y Lázaro sonríe, a veces se ríe
la gente que lo ve, lo cree feliz
y lo envidia, sin decir.

"Tiene NADA ... y es feliz",
pero él ríe por inercia
contagiado por las risas o se ríe de su vida,
ríe, porque la indiferencia no sería una salida
ríe, porque le gusta enseñar sus dientes grises,
ríe porque lo envidian
o porque Aurora le lame y eso le hace cosquillas.

"Hoy tendremos un festín querida,
yo no me puedo parar,
más tú lo harás por mí;
será un día de carreras,
tú correras con las patas
mi fuerza irá trás de tí,
escogerás las mejores presas,
el pan no me gusta mucho ...

Aurora, cómo te quiero, yo ¿qué me haría sin tí?
tú eres mis pies, mis manos,
el paño que cuida mis heridas
o que recibe mis lágrimas
cuando ya no pasa nadie por la calle
cuando ya no me debo ocultar,
cuando vivo la afrenta de mi diaria miseria
cuando se crispan los músculos de mi cara
y tú angustiada chillas suavecito,
me miras con ojos vidriosos,
meneas la cola y escribes "amigo";
entonces sí que sonrío,
entonces sí que soy feliz".

"Hoy Aurora, tendremos trabajo,
es decir podremos comer,
mira llegan ... ¡cuántos invitados!,
¡cuánta dama!, ¡cuánto caballero!
¡cuánto lujo, cuánto dinero derrochado!"
y otra vez, las risas de un mundo enmascarado,
contagian el alma de Lázaro.

Empiezan a echar los restos en los tachos de basura
y Aurora su nocturno trajín.
Trajo un hueso con mucha carne aún,
Lázaro come, Aurora fue por más,
pasan diez, veinte muchos minutos,
a Lázaro se le hacen una eternidad,
ha terminado de roerse el primer hueso,
¿el último quizá?

Se inquieta ... algo pasa ...
poco a poco, todo el mundo se retira de la casa,
¿y su Aurora? ... "Dios mío ... si me pudiera levantar"
"mas, ¿qué veo?"
Un hombre jala algo que ...
no, no puede ser ¿es el cadáver de un perro?
"Habráse visto, animalejo de marras,
meterse hasta la cocina y a robar nada menos"
"Estos perros callejeros son muy osados,
se lo merece ... ¡en las calles uno menos!"

"No, es para no creerlo, yo tengo la culpa,
Aurora fue a la cocina para traerme una presa ..."
Lázaro reclina la cabeza, mira al cielo,
increiblemente no llora ... sonríe,
"Aurora, pelucita Aurora; si hay un cielo
para los perros, desde ahí tú puedes verme,
y por eso no lloro, porque eres tan loca
que serías capaz de bajar
para menear tu colita
para chillar suavecito y yo no quiero que vuelvas,
yo ya no quiero que sufras,
te sonrío y la pena me consume el alma.

La pena es como ácido sobre la carne,
los celos son como gusanos sobre la carne,
la envidia es como ... no sé ... nunca he sentido envidia,
he sido un hombre afortunado,
sin nada que cuidar, sin desvelos,
añorando, siempre añorando,
con el árbol de la añoranza siempre verde,
pero añorando, nada de acá, de esta tierra,
sino de allá, más arriba o un poco más abajo de donde tú estás".

"Mi fiel amiga, mi silenciosa amiga,
mi lejana amiga, no lloro ... ¿ves?
porque serías capaz de ..."
Las ideas han huido del cerebro del mendigo,
¿qué sucede en esta frontera imponente?
cuando uno está dormido,
pero la mente se funde o se endurece,
¿es la cercanía de la muerte?
o ¿es el cansancio de la vida?

El cielo está estrellado como nunca,
como de fiesta para recibir a alguien,
como dispuesto a mostrarle sus galas,
Lázaro ya no piensa, Lázaro aún respira,
aún le roba a la tierra su olor a noche quemada
Lázaro piensa en la nada,
la nada es como el lugar en el que está el humo.

Un cuerpo se ha doblado
como una momia Paracas,
Lázaro oye trompetas y una voz que le llama
y él quiere partir, su corazón reboza ...
Lázaro sí que está muerto,
si el corazón reboza, es porque uno está muerto,
muerto de alegría, muerto de gozo, pero muerto al fin y al cabo...

"¡Qué noche la de anoche!"
El sol saluda a las hojas que no se dejan ver,
el cielo está despejado, ni una nube, tan azul,
"El mendigo está tieso, venga a ver ... etecé, etecé..."
"Y su perro?, qué fue de su perro?"
"Aurora no era un perro", les diría tal vez Lázaro,
era femenina, murió unas horas antes que yo,
no me pregunten cómo, pero así,
exactamente igual que la mataron a ella me mataron a mí"

En el sitio del mendigo, perdón, de Lázaro
solo queda un abrigo viejo, raído, sucio,
por unas horas más será algo de Lázaro
que aún queda en esta tierra
y se apresurarán a desaparecerlo,
limpiarán el sitio y el mundo ... dará sus vueltas,
las penas de tanta gente
a tan pocos le interesan
nadie hablará más de Lázaro: el rico,
porque él era rico ... tenía un alma,
y era ... profundamente humano.

Y LOS DÍAS PASAN

Y los días que pasan
son como gacelas
que veloces escapan
del cruel depredador.
Son como tenazas
que abrazan
los carbones
encendidos y rojos
nos dejan marcas
en el alma, marcas
que estremecen
remecen, marcas
cual dientes
de tigre
en la piel de un gorrión.
Pero no temo, siento
la cercanía a Dios
llega, lenta, llega
la que nos lleva, llega
al valle de las sombras
y de ella, su valle
su reino, breve, suyo
duele, breve dolor
que hiere
más al que se queda,
más al que respira
el aire frío del valle.
Y se congelan sus dedos
que buscan abrazarme
tocarme
y yo no quiero, no ...
me resisto y al pensar en tí
más fuerzas tengo,
y por amarte tanto
me quedo.

EL VALLE DE SOMBRAS

Es húmedo y oscuro
percibo un olor a tierra mojada,
y de hongos aplastados
abro desmesuradamente los ojos
pero ... no veo,
hablo ... nadie me responde
respiro ... cada vez más lento,
solo sé que al final
del sombrío camino
se abrirá otro ... pleno
circundado de flores
que se moverán a los lados
al verme decidida ... avanzar
hacia el fin ... al comienzo
de una vida que no tendrá final.

El Dios Triste (Gabriela Mistral)



Mirando la alameda de otoño lacerada,
la alameda profunda de vejez amarilla,
como cuando camino por la hierba segada
busco el rostro de Dios y palpo su mejilla.

Y en esta tarde lenta como una hebra de llanto
por la alameda de oro y de rojez yo siento
un Dios de otoño, un Dios sin ardor y sin canto
¡y lo conozco triste, lleno de desaliento!

Y pienso que tal vez Aquel tremendo y fuerte
Señor, al que cantara de locura embriagada,
no existe, y que mi Padre que las mañanas vierte
tiene la mano laxa, la mejilla cansada.

Se oye en su corazón un rumor de alameda
de otoño: el desgajarse de la suma tristeza.
Su mirada hacia mí como lágrima rueda
y esa mirada mustia me inclina la cabeza.

Y ensayo otra plegaria para este Dios doliente,
plegaria que del polvo del mundo no ha subido:
"Padre, nada te pido, pues te miro a la frente
y eres inmenso, ¡inmenso!, pero te hallas herido".
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Cuántas veces hacemos cosas que entristecen el corazón de Dios...

Yo quiero ser



Señor yo quiero ser
como la masa de pan
que tú puedas moldear
y en el horno de las pruebas
pueda tomar el punto
que agrade tu paladar.

Señor yo quiero ser
como un frágil cristal
que al fallarte se empañe
y que lo pueda notar
para acercarme a tí pronto
a que me puedas limpiar.